Impacto ambiental: 6 Avances tecnológicos que disminuyen el impacto medioambiental
Investigadores y científicos de todo el mundo buscan soluciones innovadoras que ayuden a mitigar los daños al medioambiente. Remedios ingeniosos y propuestas ocurrentes por un mundo mejor… Te descubrimos los 6 más sorprendentes.
Bolsas, botellas, recipientes para comida o cosmética… el polietileno, más comúnmente llamado plástico, está presente en casi todos los productos con los que entramos en contacto en nuestra vida diaria. Todos generan residuos y tienen efectos devastadores por el tiempo que tardan en degradarse.
Curiosamente, la solución más eficiente para este problema viene de la propia naturaleza. Se trata del gusano de la cera (Galleria mellonella), capaz de comer y digerir hasta los plásticos más resistentes.
Descubierto por la investigadora Federica Bertocchini, en colaboración con científicos de la Universidad de Cambridge, el equipo sigue estudiando el mecanismo molecular que usa este gusano para destruir el plástico.
El objetivo es aislar esta molécula y reproducirla a escala industrial en los laboratorios para biodegradar las toneladas de este material que se acumulan en nuestros vertederos.
La naturaleza es sabia y lo demuestra con procesos autorregulatorios como la biorremediación, que consiste en reparar ecosistemas dañados por algún agente físico, químico o biológico, por medio de bacterias, hongos o plantas.
Dependiendo de “las armas” que utilice para ello, la biorremediación puede ser microbiana (si el foco infectado se trata directamente con microorganismos), enzimática (si se utilizan enzimas modificadas genéticamente) y de fitorremediación (cuando son las especies vegetales las que absorben los contaminantes).
Aunque esta técnica se produce de forma espontánea, sin la intervención del hombre, ya hemos podido replicarla y potenciarla con el fin de acelerar las técnicas de regeneración de la naturaleza, ya sea en el propio entorno del material infectado o trasladando este a otro lugar .
Actualmente se está aplicado con éxito para recuperar acuíferos y suelos y ante distintas catástrofes, como vertidos de petróleo.
Una de las amenazas más grandes a las que se ve sometido el planeta son los combustibles convencionales, como el petróleo, el gas natural y sus derivados, pues liberan dióxido de carbono, contaminan el aire y destruyen la capa de ozono.
En las últimas décadas se han ido desarrollando alternativas respetuosas con el medioambiente, como biocarburantes o biocombustibles producidos a partir de biomasa. Algunos de ellos son el bioetanol o el hidrobiodiésel, empleados sobre todo para el transporte terrestre.
En Brasil la caña de azúcar es aprovechada, con muy buenos resultados, como principal producto para producir bioetanol, sustituto de la gasolina. El uso de biocombustibles reduce entre un 40% y un 80 % la emisión de CO2 con respecto a los combustibles fósiles.
La energía maremotérmica se obtiene gracias al aprovechamiento de la diferencia de temperatura entre el agua de la superficie, calentada por el sol, y la de la profundidad oceánica, alrededor de 20ºC más fría.
Se trata de una energía renovable capaz de reemplazar la de combustibles fósiles, mucho más contaminantes. Sus ventajas son numerosas, la emisión de dióxido de carbono es casi nula, puede producir agua potable y puede producirse las 24 horas del día, independientemente de las condiciones eólicas y solares.
Además de generar energía, por la proliferación de plancton que se produce a su alrededor, se podrían crear granjas agrícolas y de acuicultura para la alimentación humana y otros usos.
El óxido de nitrógeno que liberan los combustibles es una amenaza para el medioambiente y para nuestra salud.
Actualmente hay dos proyectos pioneros para combatir sus efectos. Uno es del holandés Jos Brouwers, que ha desarrollado un pavimento fotocatalizador, que mediante una sustancia aplicada sobre las calles de las ciudades, absorbe las partículas contaminantes.
El otro es la solución propuesta por los españoles Javier Martón y Víctor Moracho, que han creado un material llamado ecoGranic, hecho completamente a partir de material reciclado.
Este material, que se produce en distintos acabados, imita la función de la fotosíntesis, degradando, con la ayuda de la luz, el óxido de nitrógeno y otros componentes nocivos para nuestra salud.
El sistema Pavegen, desarrollado por el emprendedor británico Laurence Kemball-Cook, es un pavimento dotado de una gran tecnología que convierte cada una de las pisadas de los transeúntes en energía limpia y renovable.
La idea de sus creadores es implementar esta tecnología en espacios con una gran afluencia, tanto de interior como de exterior, universidades, centros comerciales, calles muy concurridas… para poder acumular grandes cantidades de electricidad de forma sencilla, rápida, económica y sostenible.
Pavegen ya se utiliza en más de 150 proyectos en todo el mundo y, sin duda, será una de las grandes bazas a tener en cuenta para el desarrollo de las ciudades del futuro.
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